Enrique Cazeneuve Cortés (Lleida, 1888-Barcelona, 1941) fundó y dirigió Detectives Office, una de las agencias de investigación más importantes de la primera mitad del siglo XX. En 1925 presentó el primer programa sobre crónica de sucesos de la radio española y publicó, también, el primer ensayo mundial sobre la profesión.

Primeros años y formación

Enrique Cazeneuve Cortés procedía de una familia francesa, originaria de Toulouse. Su abuelo, el jardinero y paisajista Jean Cazeneuve, se estableció en Lleida a principios de la década de 1860 para participar en el diseño y construcción de los Campos Elíseos de la ciudad. Tras su inauguración, en 1864, aceptó la dirección de un gran vivero anexo.[1]

El hijo de Jean, Henri Cazeneuve Feuillerat, solicitó la nacionalidad española al alcanzar la mayoría de edad y cambió su nombre legal a Enrique. Estudió Derecho y se casó con Josefa Cortés, hija de una acomodada familia leridana. En 1888 tuvieron a su primer hijo, Enrique. Poco después, en 1891, se incorporó a la Intervención de Hacienda de Lleida, desde donde fue trasladado a la delegación de Barcelona para ocupar una jefatura.[2]

En 1903, el expolicía, detective privado y empresario Daniel Freixa ofreció a Enrique Cazeneuve Feuillerat la dirección de la oficina en La Coruña de su agencia de informes comerciales, La Mutua Urbana y Mercantil.[3]

Toda la familia se trasladó a la ciudad gallega. Enrique, el hijo mayor, era un adolescente que ayudaba a su padre en la agencia al mismo tiempo que estudiaba. El joven recibió una sólida formación académica, aunque no hay constancia de que completara estudios universitarios. Mostró, también, una gran facilidad para los idiomas; además de castellano y catalán, hablaba con fluidez francés e inglés. Aquel período fue clave en su vocación de detective y le permitió conocer los pormenores del negocio.[4]

Detectives Cazeneuve

En 1906, Enrique Cazeneuve Feuillerat regresó a Barcelona e inauguró Cazeneuve é hijos, un despacho de traspasos y compra–venta de negocios en la calle Hospital, número 141. Dos años después, en 1908, la empresa se convirtió en una agencia de información comercial, que pronto adquirió un buen volumen de negocio.[5] En el Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración de 1911 se anunció como Sociedad General de Información Cazeneuve é hijos.

A principios de 1914, Enrique Cazeneuve Feuillerat creó en la agencia un nuevo departamento de investigación, que bautizó como Detectives Cazeneuve. Lo dirigía su hijo Enrique.[6] Los primeros anuncios se publicaron en la prensa de Barcelona y Madrid en el mes de abril de aquel año.

El estallido de la Primera Guerra Mundial afectó a la rentabilidad de la compañía, muy dependiente de negocios con empresas francesas, y, en 1915, dejó de publicitarse.[7]

Detectives Office C.º Ltd.

Tras varias inversiones en empresas financieras[8] y de seguros de viajeros[9], en el verano de 1919 Enrique Cazeneuve Cortés regresó al sector de la seguridad privada creando una gran agencia de investigación en Barcelona: Detectives Office C.º Ltd. Las oficinas estaban situadas en la Ronda de San Pedro, 26, un nuevo eje de negocios de la Ciudad Condal en el que se encontraban las sedes de entidades bancarias y compañías de seguros.

En una entrevista periodística de 1922, Enrique Cazeneuve Cortés resumió los principales ámbitos de trabajo de Detectives Office:

La índole de los asuntos de esta oficina es muy variada, puesto que abarcan desde la investigación personal hasta la vigilancia de empleados, pasando por la busca de personas desaparecidas o fugadas, ya del domicilio familiar, ya de los negocios, con fraude para los acreedores.[10]

Dado el peso de las grandes empresas multinacionales, consulados extranjeros, bancos y compañías de seguros en su cartera de clientes, Cazeneuve abordó, entre finales de 1919 y principios de 1920, la expansión internacional de la agencia. Anunció oficinas propias en París, Boulevard Haussmann, 47; Londres, Portland Road–Finsbury Park. 12, y Nueva York, Cortlandt Street, 39 y 41.[11]

También colaboró con la agencia londinense de Charles Arrow, antiguo inspector jefe de la Brigada de Investigación Criminal de la Policía Metropolitana de Londres, y llegó a un acuerdo con las autoridades británicas para representar a Scotland Yard en España.[12]

Cazeneuve concedió una gran importancia a la formación continua, teórica y práctica de su plantilla de empleados. Formaba y enriquecía constantemente a sus agentes en idiomas, materias legales y criminalística, contando en sus oficinas con un laboratorio. Además, los mantenía en buena forma gracias a un gimnasio y a un improvisado ring de boxeo. Empleaba, también, unos novedosos ejercicios mentales de relajación para que sus agentes supieran afrontar los momentos críticos.

Además, fomentó la capacidad de sus agentes para infiltrarse en empresas y en distintos ambientes sociales y laborales. Sostenía que una de las cualidades esenciales de un buen detective era su habilidad para disfrazarse y pasar desapercibido. Para ello, en las oficinas de Detectives Office instaló una réplica de un camerino teatral con maquillaje, postizos y diferentes prendas de vestir, muchas de ellas reversibles.[13]

Cazeneuve actuaba con una profesionalidad sustentada por dos únicos pilares: la astucia y el coraje. Se acicalaba con barbas postizas y collares y así vestido se paseaba por los canceles de las iglesias, por los bares y por los mítines políticos, fijándose en todo y preguntando. Alguna vez fue descubierto y apedreado, pero ¿qué otra cosa podía hacer?[14]

En junio de 1925, Enrique Cazeneuve Cortés inició una serie de seis charlas semanales en Radio Barcelona, fundada el año anterior. El programa se titulaba «Detectivismo práctico» y se emitía el viernes por la noche. Cazeneuve reflexionaba sobre la investigación privada, resumía casos criminales reales resueltos por detectives de su agencia y ofrecía consejos de seguridad. Fue el primer programa de crónica negra de la radio española. [15]

Últimos años y vida familiar 

De salud frágil por problemas respiratorios, a finales de 1925 Enrique Cazeneuve Cortés redujo el volumen de trabajo y la dimensión de la agencia. Trasladó las oficinas de Detective Office a un local más modesto, en el número 6 de la calle Balmes. La frecuencia y el tamaño de los anuncios de prensa fueron reduciéndose poco a poco hasta que cesó su actividad en 1928.[16]

En abril de aquel año, Enrique Cazeneuve se casó con Regina Lluch Casanova. No tuvieron hijos, aunque en 1933 se hicieron cargo de Vicente, el hijo varón de Celestino Cazeneuve, hermano y colaborador del detective, fallecido tras una larga enfermedad. Celestino se ocupó, durante años, de la preparación física de los agentes.

En los años 30, retirado de la profesión, Cazeneuve fue requerido por periodistas en alguna ocasión para que diera su opinión sobre sucesos muy mediáticos, como el secuestro y asesinato del hijo del aviador norteamericano Charles Lindbergh.[17]

De convicciones republicanas, tras la Guerra Civil fue encarcelado durante dos años en la prisión Modelo. El Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas también incoó un expediente contra Regina Lluch, que no fue condenada.[18]

Puesto en libertad a principios de 1941, a causa del deterioro de su salud, Enrique Cazeneuve Cortés murió el 6 de marzo de aquel año.

Detectivismo práctico

El 5 de junio de 1925, Enrique Cazeneuve pronunció en Radio Barcelona la primera de seis «Conferencias sobre “Detectivismo”». Este programa, de entre veinte minutos y media hora de duración, se emitía tras un concierto, por lo que la hora de inicio variaba, aunque solía comenzar hacia las diez de la noche. Cazeneuve se convirtió así en el pionero español de la información radiofónica sobre sucesos.[19]

En una entrevista al periódico ABC, señaló que el objetivo del programa era combatir la imagen deteriorada —por la literatura y el cine— de la profesión de detective privado y «demostrar el grado de madurez a que ha llegado el detectivismo en nuestro país».[20]

En esos seis programas, Cazeneuve combinó la opinión personal con anécdotas profesionales, información periodística y consejos para que los oyentes evitaran ser víctimas de los delitos más comunes de la época, estafas en su mayor parte. Estas charlas «fueron acogidas con verdadero interés, pues el asunto así difundido era nuevo en España y la forma fue amena y cuidada», según un cronista del periódico El Diluvio.[21]

A finales de 1925, Enrique Cazeneuve reunió los guiones de las seis charlas radiofónicas en un libro que tituló Detectivismo práctico. Amplió aquellos textos divulgativos con capítulos técnicos, con apartados dedicados a la antropometría, antropología, métodos de deducción e inducción, un estudio sobre la delincuencia infantil, un resumen de los últimos avances en criminología y un glosario de términos de los ambientes marginales. Detectivismo práctico adquirió, así, la forma de un manual profesional, que analizaba por primera vez la profesión desde una perspectiva práctica, mostrando el perfil de los agentes y sus técnicas de trabajo.

Quise presentar un detective humano, lógico, sensato, exento de todos aquellos detalles que fueron atribuyéndonos nuestros espontáneos exaltadores, hasta convertirnos en ridículos fantoches a fuerza de querernos presentar como semi–dioses. Por las páginas de este libro van del brazo la sensatez y el tecnicismo. No hay en él nada sobrenatural. Es el fiel reflejo de una actuación persistente, honesta y ecuánime que se encamina firmemente a aureolar el inmaculado prestigio del detective en España.[22]

En el ámbito internacional, fue el primer libro sobre los detectives privados escrito con voluntad divulgativa y vocación de manual profesional. Algunos de los detectives privados más importantes, como Eugène–François Vidocq, Marie-François Goron y Eugène Villiod, en Francia, Allan Pinkerton, en Estados Unidos, y Charles Arrow, en el Reino Unido, escribieron libros sobre sus experiencias, pero eran obras de tipo memorialístico —con numerosas referencias a sus pasados como policías oficiales— y sin el carácter teórico, generalista y divulgador de Detectivismo práctico. Enrique Cazeneuve lo destacó en su publicidad con el lema «el primero que en forma profesional se publica en el mundo».

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[1] Gaceta agrícola del Ministerio de Fomento, tomo XX, de julio a septiembre de 1881, p. 773

[2] Gaceta de Madrid, 29 de diciembre de 1892, núm. 364, p. 972

[3] El Correo Gallego, 23 de mayo de 1905

[4] Ibáñez, J. L. (2020) «Un gentleman llamado Enrique Cazeneuve». Todo lo oye, todo lo ve, todo lo sabe. Madrid: editorial Espasa, pp. 423 y 424

[5] Diario de Reus, 30 de enero de 1910.

[6] Inventari del Fons d’arxiu de la Casa d’Amèrica, del CRAI Biblioteca del Pavelló de la República de la Universitat de Barcelona. Información Comercial sobre todo el mundo y detectives Cazeneuve é Hijos a Casa de América. 2 cartas. 1914. CA-AA 19, entradas (1913-1915) Enrique Cazeneuve Cortés firmó la carta de Detectives Cazeneuve, como se puede comprobar al contrastarla con ejemplares firmados de Detectivismo práctico.

[7] Ibáñez, J.L. «Un gentleman…» pp. 4427 y 428

[8] La Voz de Menorca, 16 de septiembre de 1913.

[9] El Baluard de Sitges, de 18 de abril de 1914.

[10] La Libertad, 21 de enero de 1922

[11] La Vanguardia, 6 de julio de 1920 pág. 21

[12] ABC, 9 de diciembre de 1921.

[13] Cazeneuve Cortés, E. (1925) Detectivismo práctico. Barcelona: Detectives Office, p. 26-27.

[14] Pastor Petit, D. (1988) Espies catalans. Barcelona: Editorial Pòrtic, p. 216.

[15] Revista Ondas. Órgano oficial de Unión Radio, 12 de julio de 1925, año 1, núm. 4, pág. 20

[16] Puntilloso como era, Cazeneuve escribió el prefijo «ex» delante de las palabras «director de Detectives Office C.º Ltd.» en la anteportada de un ejemplar de Detectivismo práctico que dedicó a su amigo Federico Roselló en mayo de 1929

[17] La Rambla, 19 de marzo de 1932

[18] Hoja Oficial de la provincia de Barcelona, 19 de agosto de 1940

[19] Revista Ondas…

[20] ABC, 15 de octubre de 1925.

[21] El Diluvio, 13 de julio de 1926.

[22] Cazeneuve Cortés, E. Detectivismo práctico…, p. 7.