En Todo lo oye, todo lo ve, todo lo sabe dedico un capítulo completo a Fernando Cadiñanos. Fue un detective madrileño cuya trayectoria profesional en distintos ámbitos estuvo marcada siempre por la valentía y la honradez. En sus años como inspector de policía no dudó en enfrentarse a gobernadores civiles y a compañeros corruptos. Y lo pagó caro. Acabó entre rejas en varias ocasiones a causa de supuestos delitos que se demostraron montajes policiales.
En 1903 creó una agencia de investigación privada. Imitando el modelo anglosajón, la bautizó con su nombre. Su primera sede estuvo situada en la calle Jardines, 38, de Madrid (en la foto). Tanto en la policía, como desde los periódicos que dirigió y desde su agencia de detectives, combatió los abusos a menores y la explotación sexual con criterios más propios de hoy que de su época. También se adelantó a su tiempo al definir al detective privado como un garante de los derechos de los ciudadanos.

Fernando Cadiñanos se adelantó a su tiempo al definir al detective privado como un garante de los derechos de los ciudadanos.
Deja una respuesta